jueves, 29 de mayo de 2008

Y vosotros, padres

"Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos,
sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor."

Efeisos 6:4


Criar a nuestros hijos en disciplina y amonestación del Señor; es un mandamiento muy conciso, práctico y preciso. Algunos breves apuntes acerca de este precioso pasaje.

Podemos notar que el mandamiento va dirigido a nosotros los padres. Dios ha establecido que esta importante tarea (la crianza de los hijos) la asumamos plenamente los padres, Dios no se dirige al gobierno, a la escuela, a los "líderes" de la iglesia. Dios se dirige a los padres, nosotros somos los que tenemos este tremendo privilegio y gran responsabilidad.
Dios a delegado autoridad a los padres sobre los hijos para que los criemos, esa autoridad es para beneficiarlos a ellos, hay que ejercer esa autoridad con bondad y justicia .
Si no lo hacemos así, nuestros hijos fácilmente lo percibirán y los estaremos provocando a ira.
Criar es una palabra muy interesante, tiene que ver con proteger, alimentar, enseñar, dirigir,
encausar, entrenar, llevarlos desde pequeños hasta que son grandes, desde la inmadurez a la madurez, desde la ignorancia hasta el conocimiento, desde la ineptitud a la aptitud, de la insensatez a la cordura, de la fluctuación a la estabilidad.

¿Cual sería el credo, la enseñanza base que Dios aprobaría en su totalidad?
¿Qué sistema teológico o doctrinal respaldaría Dios plenamente de tal forma que pudiéramos decir sin reserva alguna este es el fundamento para la crianza en disciplina y amonestación del Señor? ¿Nos ha provisto Dios tal fundamento doctrinal para realizar esta tarea? Pienso que la respuesta es obvia, es la Santa, Bendita y Eterna Palabra de Dios.

“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa,
y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.”
Deuteronomio 6:6-7
La Palabra de Dios debe estar sobre nuestro corazón como padres, las ideas, los conceptos y las prioridades de Dios deben ser una realidad profunda en nuestras vidas, y esas verdades sólidamente arraigadas un nuestro corazón debemos transmitirlas a nuestros hijos a lo largo de todo el día (no solo el tiempo devocional que a mi en lo personal me gusta mucho y siempre que podemos lo hacemos) y todos los días (no solo el sábado o el domingo). Este es un gran reto para nosotros como padres y confieso que estoy a años luz de alcanzarlo pero eso es lo que enseña la Escritura y eso mismo es lo que buscamos hacer con la ayuda de Dios.

En esta forma de criar (discipular) a nuestros hijos en el camino del Señor hay un precioso y a la vez poderoso secreto y es que la enseñanza de la Palabra de Dios se da en el contexto de la realidad de la vida, no solo en la teoría, no es una enseñanza meramente académica de pupitre y salón de clases, sino es la realidad práctica, en la vida misma. A lo largo del día, hay que trabajar, ayudar, sufrir, convivir, decidir, confrontar, actuar, reaccionar y muchas más y en todos estos casos la Palabra de nuestro Dios es aplicable, podemos pedir al Señor sabiduría y que el Espíritu Santo nos ilumine para “usar bien la Palabra de Verdad” en cada aspecto de nuestras vidas y eso lo pueden ver nuestros hijos. “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.” Mateo 7:24.

En Resumen:
  • Nosotros como padres tenemos la responsabilidad de criar a nuestros hijo en la disciplina y amonestación del Señor .
  • La Biblia es el principal "libro de texto"
  • Somos nosotros los que hemos de modelar la vida cristiana a nuestros hijos.
  • Es en el contexto de la vida diaria donde debemos vivir-enseñar la Palabra de Dios.
  • Debemos servir de ejemplo a nuestros hijos como vive un verdadero creyente.

Luis Carvajal



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