jueves, 29 de mayo de 2014


Yo soy solo uno
pero soy uno,
no puedo hacerlo todo
pero puedo hacer algo,
lo que puedo hacer
debo hacerlo,
y lo que debo hacer,
por la gracia de Dios 
lo voy a hacer.
John Stott

viernes, 26 de octubre de 2012

Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de Él

Proclamad, y hacedlos acercarse,
y entren todos en consulta;
¿quién hizo oír esto desde el principio,
y lo tiene dicho desde entonces,
sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo;
Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí.

Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra,
porque yo soy Dios, y no hay más.

Por mí mismo hice juramento,
de mi boca salió palabra en justicia,
y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla,
y jurará toda lengua.
Isaías 45:21-23

domingo, 21 de octubre de 2012

"El mundo perdido necesita a Cristo,
no mi religión"

Dietrich Bonhoeffer

domingo, 15 de julio de 2012

Aprendiendo de Dios

" Ninguno puede venir a mí,  si el Padre que me envió no le trajere;  y yo le resucitaré en el día postrero.
 Escrito está en los profetas:  Y serán todos enseñados por Dios.  Así que,  todo aquel que oyó al Padre,  y aprendió de él,  viene a mí."  
Juan 6:44-45
 "Y serán todos enseñados por Dios"

Hay cosas que nos pueden enseñar nuestros padres o nuestros maestros o podemos aprender de la creación, sin embargo; hay una enseñanza única, poderosa, profunda, trascendente y transforma radicalmente nuestra vida terrena y eterna, esa es la enseñanza que Dios da. 

En esta breve meditación consideremos primero algunos pasajes  de este tema  en las Sagradas Escrituras y en la sigiente meditación veremos varios puntos interesantes del contexto en el que  el Señor Jesús dijo esto y a quienes dirigió estas palabras.

Algunos pasajes de la Escrituras 
Dios enseñándo y el hombre aprendiendo de Dios.

En el Antiguo Pacto
"Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos." Isaías 54:13

 "Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado."          Jeremías 31:33-34


El  Padre, el Hijo y el Espíritu Santo enseñando.

El Padre 
"Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí."      Juan 6:45
La enseñanza del Padre nos conduce a Cristo Jesús.


El Hijo
 "Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,  si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús."        Efeios 4:20 - 21



"Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo."      Galatas 1:11-12



El Espíritu Santo
" Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho."    Juan 14:26

 "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir." Juan 16:13

Hemos de tener muy en cuenta que Dios enseña al hombre, esa enseñanza es trascendente e impacta en la vida presente y su destino eterno.

La benignidad de Dios nos conduce a arrepentirnos.
"¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? " Romanos 2:4

El Arrepentimiento es una condición necesaria para ser enseñado por Dios
" Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
  Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová
;
  Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah

  Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;
  Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.

 Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
 Con cánticos de liberación me rodearás. Selah

 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
 Sobre ti fijaré mis ojos."
 Salmo 32:5-8

Cuando se predica la Palabra de Dios debemos considerar seriamente de quien viene.
"Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes."      1Tesalonisences 2:13

Estas son algunas porciones de las Sagradas Escrituras que nos muestran como Dios mismo enseña a sus hijos.
" Escrito está en los profetas:  Y serán todos enseñados por Dios.  Así que,  todo aquel que oyó al Padre,  y aprendió de él,  viene a mí."

En la siguiente oportunidad, consideraremos algunos puntos importantes en cuanto a quienes y en que circunstancias el Señor Jesucristo expresó estas palabras.

                                                                                                                    Luis Carvajal T



jueves, 16 de febrero de 2012

En una banca

"Difícilmente se puede correr la carrera que tenemos por delante sentados en una banca."

martes, 29 de septiembre de 2009

Intentar ganar un alma para Cristo

Intentar ganar un alma para Cristo por el procedimiento de mantenerla en ignorancia de alguna verdad es contrario al propósito del Espíritu; y procurar salvar a los hombres por simple palabrería, o por conmoción o por alardes de oratoria, es tan absurdo como pretender atrapar a un ángel con anzuelo o cautivar una estrella con música. El mejor imán es el evangelio en toda su pureza. El arma que Dios esgrime para conquistar a los hombres es la verdad tal como es en Jesús. El evangelio tiene la respuesta para toda necesidad; es flecha que atraviesa el corazón mas duro; es bálsamo que sana la más mortífera herida. Confíen del todo en el antiguo evangelio. Predíquenlo y no prediquen otra cosa. Para pescar hombres, no necesitan de otras redes; las que les ha dado el Maestro son fuertes para detener peces grandes, y tienen redes menudas para detener a los pequeños. Echen estas redes y ninguna otra, y no tendrán que temer por el cumplimiento de Su Palabra: “Yo os haré pescadores de hombres”.
C. H. Spurgeon