sábado, 7 de febrero de 2009

No mi religión; sino Cristo (2)

Nuestros hijos y la gente que nos rodea no necesita nuestra perspectiva de la vida cristiana, nuestros gustos personales u opiniones parciales; necsitan a Cristo, al Salvador del mundo, nada mas ni nada menos que al Rey de reyes y Señor de señores.
Es la Verdad que trae libertad a nuestras vidas, es la Verdad de Dios la que disipa las tinieblas que encadenan y esclavizan. Las tradiciones y actividades religiosas solo tienen efectos cosméticos, se enfocan en el exterior, entretienen pero no regeneran el corazón, ni producen vida. La religión actual se enfoca en la fachada; bonita música, bonito ambiente, un mensaje cómico, agradable, divertido con todo esto se obtiene gente entretenida pero no transformada.

Mientras "la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad" a de marchar victoriosa contra las mismas puertas del Hades, la cristiandad actual se empeña cada vez con más avidez a ser un club social disfrazado de "cristianismo", llenos de diversión e infructuosidad espiritual.

Después de casi dos mil años todavía se yerra ignorando las Escrituras y el poder de Dios. Vivimos en un tiempo en el cual hay mucha confusión religiosa, llenos de "palabras Bíblicas" pero muy lejos de lo que la Escritura enseña. Se cambian los objetivos de Dios por objetivos humanos, mientras nuestro Padre Celestial quiere moldear al creyente a la imagen de Su Hijo Amado, el "cristiano regular" se conforma con asistir fielmente a la reunión de domingo (o sábado, según el caso). Mientras que Dios quiere que el hombre se alimente de la palabra que sale de Su boca (estudiando y practicando la Palabra de Dios), el "cristiano regular" lo que hace es ir a la reunión a "alimentarse de la Palabra" va a que "le llenen el tanque" para "aguantar toda la semana." El "cristiano regular" va a la reunióna a ser "ministrado" en la alabanza y en la adoración y gracias a la "ministración" de los "levitas" (los músicos) poder llegar hasta la misma presencia de Dios y es ahí dónde se experimenta la "llenura del Espíritu". No dudo que Dios en Su infinita misericordia manifieste Su presencia en un corazón contrito, humillado y anhelante de Dios a pesar de las codiciones anteriormente descritas, pero en la gran mayoría de los casos lo único que pasa es que la gente se emociona con la música, los sentimientos son estimulados y nada mas no hay ninguna llenura mas que de emoción, una experiencia seudoreligiosa.

El "cristiano regular" asiste a la reunión pero no conoce a Dios,
depende de "su pastor" o iglesia y no de El Señor del universo
conoce los gustos y enseñanzas de "su líder" pero no los gustos y enseñanzas del Maestro,
se aferra intensamente al credo de su preferencia y teólogo favorito y no a la Palabra de Dios.

Mis amados hermanos y amigos todas estas cosas yo las viví, las padecí y participe en ellas directa e indirectamente. No lo hice con dolo, pero si con ignorancia y descuido. De algunas incongruencias como estas y muchas mas me daba cuenta pero mi cobardía se combinaba con mi analfabetismo bíblico y callaba o muy tibiamente confrontaba. Son cosas de las cuales me he arrepentido y agradezco a Dios por Su gran misericordia y paciencia para conmigo.

Es por eso que estamos tratando de:
Si hay que creer sin reserva alguna, a de ser en Cristo.
si hay que seguir los pasos de alguien que sean los de Cristo
si hemos de aferrarnos a algo que sea a la Palabra de Verdad
si hemos de tener un credo que sea la Bendita y Eterna Palabra de Dios
si debo tener una cabeza (alguien que dirija mi vida); que sea Cristo.

El que he llamado "cristiano regular" tiene su religión pero no tiene a Cristo. El cristiano auténtico tiene a Cristo y no le falta nada más. Es la presencia del Hijo de Dios la que hace la diferencia.

"El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida."
1 Juan 5:12

continuará

Luis Carvajal




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